Cuando se acerca el otoño, es buen momento para observar cómo cambian las tendencias en decoración y cómo los hogares se adaptan a esta estación de forma casi natural. El salón, como epicentro de la casa, es el espacio donde más se nota ese cambio: los textiles se vuelven más cálidos, la iluminación más suave y los colores adquieren matices terrosos y acogedores. Siempre animamos a nuestros clientes a aprovechar esta época para renovar el ambiente sin necesidad de grandes transformaciones.
El secreto está en los detalles. Una manta de punto grueso, un nuevo juego de cojines o una vela aromática pueden cambiar por completo la atmósfera. El otoño invita a ralentizar el ritmo, disfrutar del confort del hogar y conectar con los sentidos. La decoración debe acompañar ese espíritu, aportando equilibrio y calidez.
A continuación, te compartimos algunos esenciales que nunca fallan para conseguir un salón con encanto otoñal, acogedor y elegante, acorde con las tendencias de esta temporada.
Cojines de colores terrosos
Los cojines son un recurso infalible para renovar la decoración del salón sin grandes esfuerzos. Este otoño, las tendencias apuntan hacia una paleta de colores inspirada en la naturaleza: ocres, caldera, mostaza, teja, beige o verde oliva. Estos tonos aportan calidez y transforman cualquier estancia en un refugio sereno y acogedor.
Solemos combinar diferentes tejidos y tamaños para crear un efecto más orgánico. Lino lavado, terciopelo, pana o algodón grueso funcionan especialmente bien en esta época. La clave está en jugar con las texturas para que el conjunto no resulte monótono. Si el sofá es claro, apuesta por cojines en tonos intensos; si es oscuro, elige colores suaves que aporten contraste y luminosidad.
Además, los cojines son una forma práctica de incorporar las tendencias sin comprometer el presupuesto. Puedes cambiarlos con cada estación y mantener el salón siempre actualizado. Un simple juego de cojines bien elegido puede marcar la diferencia en la atmósfera de tu casa durante el otoño.

Al calor de la chimenea
Nada define mejor la llegada del otoño que una chimenea encendida. Incluso si no tienes una tradicional, hoy existen muchas opciones de bioetanol o eléctricas que aportan el mismo efecto visual y de confort. Si tienes, busca que la chimenea, real o decorativa, sea el punto focal del salón, rodeándola de elementos que potencien su calidez.
La decoración que acompaña a la chimenea también es clave: jarrones de cerámica, velas, cestas de mimbre o troncos apilados pueden realzar el conjunto y reforzar la sensación de hogar. Si el espacio lo permite, coloca un sillón o butaca junto a ella, creando un rincón perfecto para leer o simplemente descansar al calor del fuego.
Las tendencias actuales invitan a combinar materiales naturales —madera, piedra, hierro forjado— con una paleta cálida y envolvente. Así, la chimenea no solo cumple una función práctica, sino que se convierte en el corazón del salón, un símbolo de calma y bienestar en los meses de otoño.

Días de tele y manta
El otoño es sinónimo de tardes tranquilas, películas y mantas suaves. Preparar el salón para esos momentos de descanso es una de las mejores formas de disfrutar de la estación. Incluir una “zona de confort” con sofás mullidos, plaids de lana y alfombras animará a tus invitados a descalzarse y quedarse un rato más.
Elige mantas en tonos neutros o terrosos que armonicen con el resto de la decoración. Las de punto grueso o las tejidas a mano aportan textura y un aire artesanal muy acorde con las tendencias del otoño. No olvides añadir una bandeja con velas o una taza de té: pequeños gestos que hacen que tu casa se sienta más acogedora y vivida.
Además, puedes aprovechar este rincón para incluir detalles personales: fotografías, libros o una lámpara de pie con luz cálida. Este tipo de elementos crean una atmósfera envolvente y relajada, ideal para convertir el salón en el refugio más cálido de la casa cuando bajan las temperaturas.

Multiplica la luz
A medida que los días se acortan, la iluminación se convierte en un elemento fundamental en la decoración del salón. Las tendencias de este otoño apuestan por luces cálidas, difusas y con distintas alturas. Siempre recomendamos combinar varios puntos de luz: lámparas de mesa, apliques y velas. De esta manera, se genera una atmósfera envolvente que favorece la sensación de bienestar.
Si tu casa recibe poca luz natural, elige cortinas livianas en tonos claros y evita tapar las ventanas con muebles pesados. Los espejos también son grandes aliados: reflejan la luz y amplían visualmente el espacio. Colocar uno frente a una fuente de luz natural puede transformar por completo la luminosidad del salón.
Otra tendencia interesante es incorporar lámparas de materiales naturales como fibras trenzadas, cerámica o madera. Su luz cálida y su textura aportan carácter y coherencia estética. Así, conseguirás un ambiente luminoso, equilibrado y perfecto para disfrutar del otoño desde la comodidad de tu casa.
























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