Introducción al minimalismo: simplificar sin tener la casa vacía 4 meses ago

El minimalismo no es solo una tendencia estética, es toda una filosofía que busca lo simple para enfocarnos en lo esencial. En el hogar, esta corriente se traduce en la creación de espacios despejados y funcionales eliminando el ruido visual. El objetivo es eliminar todo lo que no sea necesario para crear un ambiente tranquilo y organizado. Esto puede parecer que nos insta a deshacernos de toda la decoración de nuestro hogar, pero nada más lejos de la realidad. La clave es encontrar un equilibrio entre lo funcional y lo estético para tener un espacio acogedor pero práctico.

Analiza y elimina

El primer paso es deshacerse de lo que no aporta valor. Solemos acumular objetos que no usamos o que ya no nos transmiten nada. Un hogar minimalista debe tener solo elementos con una función clara o con una estética serena. Antes de decorar, debemos analizar nuestro inventario. ¿Realmente uso esto? ¿Esto tiene sentido con mi nueva estética? Si la respuesta es no, déjalo ir.

Simplificar no significa renunciar a todo, solo ser selectivo con lo que aporte algo a nuestra vida diaria, ya sea funcional o sentimentalmente. Esto permitirá disfrutar del espacio sin el caos que genera un exceso de objetos.

 

Decorar sin vaciar

El minimalismo no se trata de espacios vacíos. En primer lugar, hay que crear una base sólida antes de elegir la decoración. Para esto, las paredes tienen un papel primordial: opta por revestimientos, papeles pintados o pintura en tonos neutros. Una vez tengas la pared bien vestida, tendrás el soporte ideal para el resto del espacio.

La mezcla de texturas en muebles y accesorios es la mejor opción para llenar una habitación visualmente sin sobrecargarla de objetos. Combinar textiles suaves con superficies duras, por ejemplo, puede dar lugar a un ambiente minimalista sin caer en la frialdad.

El arte de reutilizar

Una de las premisas del minimalismo es darle una nueva vida a los muebles antiguos. Esto es una alternativa muy sencilla si no tenemos recursos para cambiar todos los muebles del salón. Basta con darle una capa de pintura a una mesa, cambiar las fundas del sofá o recolocar una mesa auxiliar para darles una segunda oportunidad y dar la sensación de una verdadera reforma.

Reutilizar significa simplificar y pensar en sostenible. En lugar de consumir constantemente, adaptas lo que ya tienes a tus nuevas necesidades y creas un ambiente más personal.

Colores: scape room de los tonos neutros

Reducir el ruido visual no significa limitarse a los clásicos tonos neutros, como el blanco, el gris o el beige. Dale un tono de personalidad a tu hogar añadiendo tonos pastel: azul suave, rosa empolvado o verde menta. Estos colores suaves son perfectos para mantener la estética serena añadiendo vitalidad.

La mejor forma de añadir estos toques de color es en muebles o accesorios como cojines, alfombras o lámparas. Sobre una base neutra (que puede construirse con paredes pintadas de estos tonos) construiremos nuestro propio minimalismo colorido sin salirnos de la premisa principal. Así, existirá un equilibrio entre lo simple y nuestra propia personalidad.

Como veis, el minimalismo es mucho más que un estilo decorativo, es una forma de vivir más sencilla y sostenible. Con estas ideas, esperamos que os podáis adentrar en el mundo de la simplicidad sin caer en el tópico de la casa vacía.

 

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