El estampado puede ser un aliado extraordinario para dar vida a cualquier espacio. Pero su uso desmedido puede convertirlo en un caos visual. En este blog de Muebles Nogaroa te enseñamos a cargar tu hogar con una personalidad fuerte y diferenciada sin saturar el espacio.
El salón: estampado aquí, estampado allá
Incorporar estampados en el salón es una genial idea para transmitir tu identidad a todas las posibles visitas. La clave está en equilibrar las texturas: si eliges un estampado llamativo para la pared, como un papel pintado con motivos geométricos o florales, contrarresta con muebles tapizados en tonos neutros o tejidos lisos. Por el contrario, si el sofá o las butacas son los protagonistas con un estampado, opta por paredes en colores sólidos que enmarquen el conjunto sin competir con él.
Los accesorios decorativos son otra opción perfecta para sumar estampados: cojines, alfombras, cortinas, jarrones… Estos elementos permiten jugar con diferentes patrones y colores sin saturar. Recuerda que menos es más: combina un máximo de tres estampados distintos y asegúrate de que compartan al menos un tono en común para mantener la armonía visual. Así, el salón será un espacio acogedor y con carácter.
Baldosas marchosas
Las baldosas con estampados son una tendencia que ha llegado para quedarse. Tanto en la cocina como en el baño, pueden ser ese toque especial que transforma por completo el ambiente. En estos espacios, la clave está en seleccionar diseños que no resulten abrumadores. Por ejemplo, los mosaicos de inspiración hidráulica son ideales para decorar la pared de un baño o como un zócalo en la cocina. Su patrón repetitivo aporta dinamismo sin saturar, sobre todo si se combina con paredes lisas o muebles en tonos suaves.
Si prefieres algo más atrevido, prueba con baldosas en formato hexagonal o con diseños geométricos en tonos monocromáticos. Estos estampados añaden modernidad y frescura, pero recuerda que es importante mantener el resto de los elementos decorativos simples para evitar una sensación de sobrecarga. ¿Lo que nunca falla? Usar las baldosas estampadas en una sola superficie: la pared de la ducha, el frente de la cocina o incluso el suelo. Así, logras un punto focal lleno de estilo.
Un dormitorio con carácter
El dormitorio es el lugar donde más podemos arriesgar con estampados, ya que su función principal es reflejar nuestra personalidad y crear un refugio cómodo. Una forma original de incorporar patrones es decorar la pared de un dormitorio con papel pintado. Los motivos botánicos, por ejemplo, siempre son tendencia y aportan frescura y calma, ideales para un espacio de descanso. Si prefieres algo más discreto, opta por un diseño con líneas suaves o tonos pastel.
Otra idea para incluir estampados en el dormitorio es a través de los textiles: ropa de cama, cojines y alfombras. Aquí, puedes atreverte con combinaciones más audaces, como mezclar rayas con flores o estampados geométricos con tonos lisos. Eso sí, asegúrate de que los colores sean complementarios. También puedes usar cuadros o láminas con diseños estampados para dar un toque artístico sin comprometer demasiado espacio visual. Con estas ideas, conseguirás un dormitorio que destaque por su estilo único y acogedor.
Mezclar texturas, estampados y colores distinguirá tu hogar llenándolo de personalidad. Con estas pautas, conseguirás estancias acogedoras y coloridas, sin mucho ruido visual. ¿No sabes qué muebles escoger para tu renovado salón con estampados? ¡Échale un ojo al catálogo de Muebles Nogaroa!